Cuidado de la boca en el recién nacido

 

Cuidado de la boca en el recién nacido

El cuidado de la higiene oral en el recién nacido constituye una de las acciones más importantes para la salud del pequeño. Muchos padres creen, erróneamente, que hasta que no aparecen los primeros dientes no es necesario prestarle mayor atención a la salud dental de los más pequeños. Sin embargo, el cuidado de la boca en el recién nacido resulta fundamental para evitar problemas en el futuro cercano.

La importancia de la higiene de la boca en el recién nacido

Para cuidar la salud bucal de los bebés se utilizan algunas técnicas muy sencillas que evitan la formación de la placa bacteriana. Si no se realizan las limpiezas diarias correspondientes, la acumulación de esta placa puede generarle halitosis al bebé, infecciones y otros problemas dentales en el futuro.

Hay que tener en cuenta que la dieta de los bebés  se compone principalmente de leche materna, que se impregna en sus encías y en la lengua. Esto provoca la aparición de una especie de nata blanca que es necesario retirar de la boca del bebé, entre otras cosas porque puede generar mal sabor o olores desagradables para el pequeño.

Durante el primer año de vida

Es muy importante que realicemos una higiene correcta después de la lactancia, para evitar también la aparición de la llamada ‘’caries de infancia temprana’’.

A lo largo del primer año de vida del niño, irán surgiendo los primeros dientes temporales. Es preciso que los padres vigilen en esta etapa, para evitar que el pequeño adopte malos hábitos, como podría ser la succión digital (chuparse el dedo), así como el bruxismo o rechinamiento de diente, y otros hábitos no deseables.

Los profesionales de Odontopediatría afirman que la limpieza ya se puede realizar cuando el bebé tiene tres meses, incluso antes si se desea. Además de la higiene bucal, se irá asentando en los niños la costumbre de la limpieza de su boca y, con ello, el hábito del cepillado en el futuro.

Los cuidados necesarios de la boca en el recién nacido

Dedo cepillo

Una de las técnicas más recomendadas para la limpieza y cuidado de la boca del bebé es el “dedo cepillo”; consiste en tomar un trozo de gasa, hervirla y dejarla enfriar. Se envuelve el dedo índice con la gasa y se pasa por las encías del bebé, así como también por la lengua y paladar, retirando aquellos restos de la dieta que pueden quedar acumulados.

Con este proceso se limpian las mucosas de la boca del bebé, los carrillos de las encías y su lengua, que absorbe todo tipo de sustancias que pasan por ella. Lo ideal es repetir esta limpieza básica todos los días dos veces como mínimo. La técnica del “dedo cepillo” debe ser utilizada preferiblemente después de cada toma de alimento y antes de dormir en las noches. Los movimientos de limpieza deben ser suaves y circulares.

Otras opciones, aparte de la gasa humedecida, pasan por utilizar un pequeño cepillo de dientes, especialmente fabricado para bebés, o un dedo de silicona.

Evitar contacto con la saliva

Otra de las recomendaciones más importantes en beneficio de la buena salud bucal y general del bebé, es evitar el contacto directo de besos y especialmente saliva con la boca del recién nacido. Es importante recordar que los bebés son muy delicados y ante cualquier virus o bacteria pueden enfermar rápidamente

Otras recomendaciones

Siguiendo con los consejos para el cuidado de la boca en los primeros meses de vida del bebé, los adultos debemos evitar soplar los alimentos, porque podríamos estar introduciendo virus en la comida del pequeño.

Los cuidados de la boca en el recién nacido son muy sencillos. Es muy importante que los padres dediquen unos minutos cada día a hacer la limpieza correspondiente y así evitar problemas en el futuro del niño.

Fuente:

https://dentalmedicalgroup.com/es/2018/04/27/cuidado-de-la-boca-en-el-recien-nacido/

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